viernes, 14 de febrero de 2014

Más que un día, todos los días.

¿Y este título? 

Bueno, hoy es un día de esos marcados en el calendario, San Valentín. La verdad, es que siempre he visto esta fecha como muy comercial (no se si será culpa de El Corte Inglés y de los comercios en general, jajaja) así que no soy de comprar o regalar nada para celebrarlo porque mi lado rebelde se niega a que le impongan un día para celebrar un sentimiento que, a mi modo de entender, ya tiene días en el calendario a parte de este para hacerlo (otros 364, nada más y nada menos). Para hacer locuras varias de amor, de esas que te hacen reír, subir al cielo y ser feliz junto a la persona que quieres, soy más amiga de un "todos los días" y "cualquier día por sorpresa" que de una fecha indicada ... Ayer mismo, mañana o dentro de cuatro días . 

Pero entiendo que a algunos de vosotros os pueda gustar tener precisamente un día indicado para ello, para hacer honor y homenaje a alguien, a un sentimiento. Es cierto que a veces tenemos que ponernos fechas para recordarnos la importancia de algunas cosas porque sino el día a día nos come tanto que no celebraríamos nada... así que, entro en la tradición (un poco por vosotros, jejeje) y aprovecho hoy para hablar y llenar el blog del espíritu de San Valentín.

La historia de San Valentín, según parece, va más allá de un argumento comercial de reclamo consumista. Parece que se remonta a la antigua Roma, concretamente al siglo III, cuando un sacerdote, Valentín, decidió casar a aquellos novios que lo tenían prohibido. Se trataba de parejas formadas por soldados, ya que se creía que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla que los casados porque no estaban emocionalmente ligados a sus familias. Valentín, se negó a que renunciasen a su amor: los protegía y casaba en secreto, por lo que Claudio III, emperador de Roma por aquel entonces, ordenó su detención y posterior ejecución. Durante su estancia en la cárcel se enamoró de la hija del carcelero Julia, a la que mandó una carta de amor antes de ser ejecutado, ¿qué día? El 14 de febrero. Otras fuentes dicen que el carcelero le mandó a su hija Julia a que le curara la ceguera para poner a prueba las creencias cristianas de Valentin y ridiculizarle. Valentín la curó por lo que el 14 de febrero del año 270, día en que ejecutaron a Valentín, la joven Julia, agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. Sea cual sea la versión válida del final de la historia (con Julia enamorada o con ella agradecida por ser curada), ésta tiene los ingredientes suficientes para pasar, valga la redundancia, a la historia y que cada 14 de febrero se recuerde que, por encima de todo lo material (bombones, flores, cenas románticas, te quieros lanzados al aire y la red o corazones gigantes de plástico) lo único que realmente queda es el amor. 

Más que un día, todos los días.

Os dejo con unas inspiraciones personales (decorativas y... no tanto) llenas de amor de enamorados; para todos los días, o un día cualquiera por sorpresa, como a mi me gusta:

Un tipie improvisado en la playa para dos:

Encanto exótico: para perderse lejos de todo y de todos.

Escapada romántica a la preciosa Paris:

Un ¡buenos días! con desayuno en la cama:

¿Por qué hacer la cama? Deshagámosla:
  
A la luz de las velas:

¿Atardecemos juntos?:

Cualquier momento y lugar es bueno para decírtelo o escribírtelo:
¿Nos escapamos?:

Más que un día, un estado:


Besitos y mucho amor todos los días.

Eva