Blanca con golpes de efecto

Ayer nos deleitábamos con una decoración en negro y hoy nos vamos al extremo contrario: al blanco.
La casa sueca que os traigo hoy es impresionante y muy distinta a las casas que tenemos por aquí. El clima es distinto... el tipo de construcción... el paisaje... 

Impresionan sus enormes dimensiones (que además se ven multiplicadas por el uso del color blanco en la mayor parte de paredes, techos y mobiliario). Impresionan también sus espacios abiertos y comunicados en la zona del salón, cocina y comedor. Es una casa de estilo muy nórdico y con un paisaje exterior nevado espectacular (un paisaje en el que parece que la nieve ni molesta, ni resvala, ni da frio porque se ve ¡¡¡tannnn bonitaaaaa!!!...)

Hoy vamos a empezar nuestra visita por el exterior y luego, pasamos a casa:

¡Que bonita la luz del sol cayendo sobre la nieve!, ¿verdad? :-))

Entramos en casa:

¡Bonita hilera de ventanas! Desnudas, sin cortinas, algo muy habitual en los países nórdicos.

¡Me encanta la despensa! Lo que daría por tener una al ladito de mi cocina.

El papel a rayas viste tanto esta habitación que, si os fijáis, ya no necesita prácticamente nada más.

Os confieso una de mis debilidades: las escaleras que combinan madera y blanco.

Una vez más el papel a rayas como protagonista. La lámpara y las mesillas son de Ikea.

Vía

¿Os habéis fijado en la hamaca entre los árboles?  Jajaja... Está fantástica, ahí como llamando al verano.

  Ayer visitamos una casa en negro y hoy una en la que predomina en blanco... 

La vida está llena de contrastes pero todos ellos tienen algo bello que mostrar. ¿No creéis?

Un beso.