Vuelvo con inspiraciones sorprendentes de culturas y estéticas alejadas a las que se dan en nuestra geografía. Beber de estilos diferentes, de culturas decorativas y estéticas distintas nos enriquece sin lugar a dudas. Hay muchos estilos y muchos de ellos, por desconocidos, no deben ser rechazados o castigados con la renuncia de nuestra admiración.
Esta villa sueca, de estilo nórdico pero palaciego me parece fantástica y adorablemente representativa de los gustos estéticos y de la historia del lugar. La luz, ese bien tan preciado en los países del norte de Europa, entra a raudales por los ventanales rebotando en las fantásticas paredes, suelos, mobiliario y tapicerías blancas.
Tan sólo los dormitorios tienen las paredes de color pero en colores suaves.
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Espero que hayáis disfrutado con la visita.
Besitos,
Eva
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